Más allá de las discotecas y las playas abarrotadas de algunas zonas de la isla, Mallorca ofrece al visitante una variada oferta de turismo y actividades en plena naturaleza. Playas y calas de agua cristalina, montañas agrestes de espectacular vegetación y pequeños pueblos escondidos son algunos de los mayores atractivos de la isla. Te invitamos a recorrerla con una serie de paradas imprescindibles en tu viaje a Mallorca.
Al suroeste de la Sierra de Tramontana se encuentra la pequeña cala de Port des Canonge. Está enclavada entre laderas de color rojizo, y sus aguas cristalinas invitan a sumergirse y contemplar la variada flora y fauna de sus fondos marinos. Muy cerca se encuentra Banyalbufar, un pequeño pueblo de apenas 500 habitantes que conserva la arquitectura tradicional de la isla y desde el que puede disfrutar de impresionantes vistas de los acantilados de la zona.
Otro pueblo imprescindible, si bien es preferible visitarlo en temporada baja, es Valldemossa, también en la Sierra de Tramontana. Se encuentra a tan solo 17 kilómetros de la capital, enclavado en un valle y rodeado de montañas. A través de sus calles empedradas y repletas de macetas de flores se puede llegar a la Real Cartuja de Valldemossa, un antiguo monasterio famoso por alojar al pianista y compositor Federic Chopin en 1838.
Naturaleza en la Sierra de Tramontana
Para los más montañeros, es posible realizar numerosas excursiones por la Sierra de Tramontana y conocer las numerosas especies de plantas endémicas de las Islas Baleares. El punto más alto de Mallorca es el Puig Mayor, a 1.445 m de altura sobre el nivel del mar. Tras la subida, la cumbre nos obsequiará con una bonita panorámica de buena parte de la Sierra. Para ascender al Puig Mayor es necesario obtener permisos, ya que la ruta atraviesa varias zonas de propiedad militar.
Nos vamos ahora al extremo norte de la isla. Cap Formentor es una estrecha península de 12 kilómetros de largo. Las mejores vistas del lugar, que aúna mar y montaña, se obtienen desde el mirador de la Creueta y de la Atalaya de Albercuix.
Una de las playas vírgenes mejor conservadas de la isla es la playa de Es Trenc
Las playas vírgenes mejor conservadas de la isla se encuentran en la parte sur. La más famosa es la playa de Es Trenc, con más de tres kilómetros de arena fina protegida por las dunas. Si queremos más tranquilidad, en esa misma zona se encuentran las playas de Es Carbó y Es Caragol, accesibles solo pie y por mar.
Visita a la isla de Cabrera
La estancia en Mallorca se puede completar con una visita de un día a la vecina isla de Cabrera. Todo el archipiélago de Cabrera es Parque Nacional, y alberga una gran riqueza de fauna y flora. El acceso a la isla está muy restringido, y se puede llegar en las «golondrinas», unas pequeñas embarcaciones que salen diariamente del puerto de Colonia de Sant Jordi. Una vez allí se pueden realizar diversos itinerarios a pie y bañarse en sus aguas de color transparente. Los fondos marinos que rodean la isla están poblados de enormes praderas de Posidonia oceanica que dan cobijo a erizos, sepias y numerosas especies de peces. En los islotes del archipiélago crían colonias de aves tan emblemáticas como la gaviota de Audouin (Larus audouinii), la pardela cenicienta (Calonectris diomedea) y el paíño europeo (Hydrobates pelagicus).
Si estás pensando en hacer una escapada a Mallorca, te recomendamos que no planifiques toda tu visita. Déjate llevar y piérdete por sus carreteras y caminos, pues la isla está llena de calas aisladas y rincones escondidos donde perderse por unas horas de la civilización y disfrutar de la naturaleza. Seguro que descubres sitios que harán que tu estancia en la isla sea difícil de olvidar.
Texto: Mundo GEO