Una tríada maravillosa aguarda a las familias con hijos en el norte de España: hablamos de las tres joyas de Asturias: Gijón, Oviedo y Avilés. Diversión, cultura y naturaleza se cogen de la mano para hacernos disfrutar de valles y montañas, playas y acantilados, arte y cultura. Paraísos naturales por descubrir, nuevas experiencias que compartir y recuerdos para toda la vida nos esperan.
Si algo tienen en común Oviedo, Gijón y Avilés, además de compartir una rica historia que abarca varios siglos, es que disponen de un entramado de calles peatonales y carriles bici que permiten descubrir la ciudad a paso lento, de la misma manera en que se degusta un café después de comer en un verano que siempre cuenta con temperaturas agradables.
Es posible recrearse con la belleza de sus barrios medievales, de sus palacios renacentistas y de sus fachadas barrocas. La presencia de espacios soportalados favorecen largos y tranquilos paseos en zonas peatonales en las que la presencia de los coches no entorpecen la siempre presente visión de un milenario pasado plasmado en las piedras de sus edificios.
Pero ya sabemos que cuando vamos con niños, no podemos reducirlo todo a pasear, ¡ellos necesitan acción! Y en eso, Oviedo, Gijón y Avilés también se llevan la palma: en cualquiera de estas tres ciudades podemos encontrar múltiples opciones de ocio y diversión para nuestros hijos gracias a sus museos e equipamientos culturales. Os animamos a descubrirlos, ¡os vais a sorprender!
Oviedo
Oviedo, fundada en la Alta Edad Media, fue capital del Reino de Asturias, puesto de vanguardia de las monarquías cristianas en una península bajo estructuras políticas que profesaban la fe musulmana. Las peregrinaciones a su Catedral bajo la advocación de El Salvador, ya en la plena Edad Media le darán más fuerza a la ciudad, cuyas dimensiones superarán la línea de la muralla a partir del siglo XVI. Hoy el Oviedo histórico luce completamente rehabilitado, tanto sus edificios como sus calles peatonales. Su cuidado ha hecho que Oviedo haya sido varias veces reconocida como la ciudad más limpia de España.
El centro histórico de la ciudad es rico en palacios renacentistas y barrocos. Pasear por sus calles contemplando sus excelentes fachadas y conjuntos escultóricos es una delicia en todos los aspectos. Además, en Oviedo se encuentran algunos de los mejores ejemplos del Prerrománico Asturiano, conjunto artístico declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
Una de las visitas indispensables para ir con niños es el Museo de Bellas Artes de Asturias. Está situado en un entorno inmejorable, ya que ocupa tres edificios del casco antiguo en torno a la Catedral. Allí se organizan talleres para niños en los que descubrirán la belleza del arte al mismo tiempo que aprenden a conocer, respetar y, sobre todo, disfrutar del patrimonio. Es una forma magnífica de que valoren el arte al mismo tiempo que se divierten mientras nosotros disfrutamos de una de las mejores colecciones de arte de toda España.
A muy pocos metros de distancia se encuentra el Museo Arqueológico de Asturias nos permitirá dar un paseo por la historia a través de los restos arqueológicos de la región al mismo tiempo que descubrimos el antiguo monasterio benedictino de San Vicente del siglo XVI, edificio que alberga la colección permanente del museo. El Museo, de reciente reapertura cuenta con un discurso que tiene en cuenta a nuestros hijos, yendo más allá de la mera contemplación, repleto de interactivos que permiten aprender jugando.
Otra parada recomendada es el Centro de Interpretación del Prerrománico Asturiano. Está localizado en las antiguas escuelas rurales del Naranco, al pie de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, y es el punto de inicio perfecto para acercarnos a conocer el Arte Prerrománico y el contexto en el que nace. Allí se organizan talleres para los niños de temáticas variadas: elaboración de juguetes medievales, alfarería y decoración medieval, miniaturas medievales… Todos ellos enfocados al aprendizaje del arte y la cultura a través del juego y las manualidades.
Para disfrutar del ambiente festivo de Oviedo podemos visitar la ciudad en algunas de las fechas más emblemáticas de su calendario. Por ejemplo, en septiembre, despidiendo el verano, tienen lugar las Fiestas de San Mateo con el Día de América en Asturias como elemento central que se celebra con un desfile de carrozas en honor a los emigrantes a América y que es una Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Un punto y aparte lo merece el Teatro Campoamor, que acoge en octubre la Ceremonia de Entrega de los Premios Princesa de Asturias, un acto de trascendencia internacional y que reúne en esta ciudad a las más destacadas personalidades de la ciencia, el deporte, la cultura o la cooperación.
Gijón
Los orígenes de Gijón se remontan a la época prerromana: el castro del pueblo de los cilúrnigos localizado a las afueras de Gijón, exactamente en el Cabo Torres, se remonta al siglo V a.C. Tras la conquista romana, la población se trasladará al actual barrio de Cimavilla. Los Reyes Católicos autorizarán en 1480 la construcción del puerto que ha favorecido el desarrollo de Gijón, convirtiéndola en una ciudad moderna que no ha perdido su esencia cultural e histórica.
Un paseo por su casco histórico nos hará viajar por Gijón a lo largo de los siglos: desde las termas romanas mejor conservadas del Norte de España hasta sus edificios modernistas y art decó pasando por los restos de las murallas romanas y plazas y palacios de varias épocas. Toda una lección de Historia en un solo paseo favorecido por la excelente peatonalización de sus calles. Y si queremos ejercitar las piernas, también encontramos una extensa red de carriles-bici para descubrir Gijón sobre dos ruedas.
Uno de los lugares de más interés para las familias con niños es sin duda el Jardín Botánico Atlántico, un espacio único en España que recoge en cuatro entornos toda la flora del Hemisferio Norte: el Entorno Cantábrico, la Factoría Vegetal, el Jardín de la Isla y el Itinerario Atlántico.
El Jardín Botánico Atlántico dispone además de una pequeña maravilla para nuestros hijos: el Bosque de los Niños. Allí los niños encontrarán paneles informativos a su altura y con explicaciones en un lenguaje adaptado a ellos. Descubrirán los secretos de la naturaleza, conocerán árboles fascinantes, y contemplarán flora exótica que nunca han visto, todo ello con la compañía de un miruéndano, una pequeña fresa silvestre que les explicará todo lo que están viendo de forma que lo comprendan.
Otro espacio muy interesante para los niños es Laboral Ciudad de la Cultura, un lugar que cuenta con Teatro, Centro de Arte, Conservatorio de Música y Cineteca y en que el programa de ocio infantil ¡Vamos! nos propone una de las más importantes ofertas de actividades infantiles.
Un museo divertido para ir en familia es el Museo del Ferrocarril de Asturias. Allí no solamente conoceremos la historia y el desarrollo del ferrocarril asturiano sino que también comprenderemos su importancia en el presente y en el futuro. Los niños podrán asistir a talleres diseñados para ellos en los que se lo pasarán genial.
Gijón tiene un calendario de fiestas asombroso, que hace que prácticamente no haya un día de verano sin alguna celebración. Desde su Semana Negra a la Semana Grande de Begoña pasando por festivales y animación en las calles hacen que esta ciudad, que es inseparable de su mar y su playa, sea un continuo festival de verano.
Avilés
Encontramos Avilés en la franja costera central de Asturias, en un abrigo natural que favoreció su desarrollo como puerto comercial y pesquero en la Edad Media. El crecimiento Avilés ha respetado su casco tradicional por lo que fue declarado Conjunto Histórico Artístico. El pasado, el presente y el futuro se dan así la mano en las calles de esta encantadora ciudad.
Un paseo por su centro histórico es un auténtico descubrimiento: palacios, capillas, casas señoriales plazas y sus maravillosas calles barrocas soportaladas nos trasladarán a otras épocas sin que nos demos cuenta. Además, el aire abierto y moderno de la ciudad permite que este aire medieval se conjugue perfectamente con la parte más contemporánea que capitanea el Centro Niemeyer.
El Centro Niemeyer, un exclusivo centro arquitectónico de carácter cultural que es la única obra del arquitecto Óscar Niemeyer en España y que es, como él mismo lo definiera, “una plaza abierta al mundo”. En este gran espacio de arquitectura de primer nivel se organizan múltiples actividades dirigidas a los niños en el programa Educa Niemeyer: talleres, CREActividades de expresión plástica e incluso una Escuela de Chefs.
En el vecino municipio de Castrillón se localiza uno de los lugares que más disfrutaremos en familia: el Museo de la Mina de Arnao. Este espacio, enclavado a pie de la playa del mismo nombre, ha recuperado los espacios originales de la mina gracias a lo que podemos participar en una experiencia única: descender por la jaula a las galerías que daban paso a la extracción del carbón bajo el mar Cantábrico. A unos metros de Arnao se encuentra al aire libre un homenaje al oceanógrafo Jacques Cousteau, el Museo de las Anclas, donde podremos ver anclas de distintas épocas, barcos y estilos. Desde allí, además, disfrutaremos de las estupendas vistas de la playa de Salinas y la Ría de Avilés.
Avilés es una ciudad viva en la que también hay sitio para las fiestas y la tradición. Prácticamente durante todo el año podemos descubrir celebraciones de todo tipo. En verano el Festival Intercéltico que se celebra en julio y llena de música y color sus históricas calles es uno de sus principales atractivos.
Y lo mejor de las tres es que apenas se encuentran a apenas 20 minutos de trayecto, por lo que podemos saltar de una a otra en un santiamén, disfrutando de tres ciudades con carácter y personalidad propia en las que Asturias nos muestra su rostro más urbano sin perder un ápice su condición de Paraíso Natural.
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