Esta temporada de otoño es un momento idóneo para realizar las escapadas de familia propias de esta estación. Aunque los planes que proponemos valen para cualquier momento del año, porque Arcos de la Frontera es el destino de moda en la sierra gaditana.
Realizar una escapada familiar siempre recarga las pilas, y lo ideal es elegir un destino con variadas posibilidades para que desde los más grandes hasta los más pequeños encuentren opciones de disfrute. Sin duda, juntos es mejor. Un destino que es capaz de conjugar todos esos elementos es la localidad gaditana de Arcos de la Frontera, una joya entre los pueblos blancos de la sierra de Cádiz famosa por sus amaneceres únicos y por ser el destino perfecto para vivir una aventura junto a los más pequeños de la casa.
Un recorrido histórico
Arcos entra por los ojos nada más verla, situada sobre una peña ofreciendo una vista única donde hacerse la primera foto nada más llegar. Luego, nada mejor que un recorrido histórico por el municipio, aprendiendo sobre sus orígenes romanos, y árabes, y paseando por sus hermosas callejuelas. Su ruta monumental es para no perdérsela. Cada rincón es un descubrimiento, y si no, recomendamos asomar un momento la cabeza para descubrir sus preciosos patios. Otra parada obligada: sus miradores, donde sacar de nuevo las mejores fotos para el recuerdo.
Gastronomía auténtica
Tras una mañana cultural, es momento de recuperar energías. Arcos es un lugar estupendo para disfrutar de la gastronomía de la sierra gaditana más auténtica y saludable. Hay para todos los gustos: productos de huerta de gran calidad, cocina con influencias árabes, platos tradicionales de “cuchareo”, deliciosas chacinas y estupendos vinos.
Muy activos
El turismo activo también tiene un papel destacado en Arcos de la Frontera. Es momento de calzarse las botas y disfrutar juntos de su red de senderos, donde el rico entorno natural del municipio tomará protagonismo. Las rutas más “instagrameables”: la ruta del río Guadalete, que pasa bajo la peña sobre la que está situado el pueblo, o la de la Laguna de Benajima. No está de más llevarse unos prismáticos para observar las aves y la fauna autóctona de la zona. También es posible disfrutar de paseos a caballo, o de deportes acuáticos en el lago… y acabar rendidos.
La cosa no acaba aquí, quedan muchos más planes familiares de los que disfrutar en este pueblo. Así que a dormir, para amanecer al día siguiente y seguir creando recuerdos en Arcos, donde parece que la tierra se junta con el cielo.