Montañas y glaciares
Otro sitio en Jaca, donde podréis disfrutar con ellos, jugando o viendo cómo lo pasan de bien, es la flamante pista de patinaje sobre hielo. Alquilando unos patines podréis dar los primeros pasos junto a vuestros hijos con una nueva sensación de estabilidad.
En esta misma zona occidental de la provincia podréis disfrutar de un paseo por los frondosos valles occidentales de Huesca, Ansó, Hecho, Aragües. Ya sea practicando el senderismo, o en bici, esta parte del pirineo con cumbres menos elevadas y con la influencia de la climatología atlántica hará que podáis descubrir bosques, ríos y poblaciones encantadoras, donde además podréis reponer fuerzas con unos platos tan apetecibles y suculentos como unas buenas migas con setas, carne a la brasa, cocidos, longanizas, cocidos, etc.
En otra parte del pirineo oscense, una experiencia alucinante puede ser visitar un circo glaciar, rodeado de altas montañas, disfrutar de unas modernas instalaciones, pasear por una pradera, y dar un paseo en barca por un ibón. Explicarles a tus hijos que ahí mismo, de la tierra brota agua caliente en cualquier época del año, y que aunque esa agua huela mal (por su concentración en azufre), tiene propiedades mineromedicinales, y esa la explicación de por qué se ha construido un Balneario ahí. El Balneario de Panticosa.
Paisajes impactantes
Un poco más al sur en ese mismo valle, en Piedrafita de Jaca, podréis dar un pase entre pinos y hayas junto a la Sierra de la Partacua dentro del parque faunístico de Lacuniacha. Un espacio que intenta dar una explicación a la existencia de flora y fauna desde hace mas de 10.000 años tras el retroceso de los hielos glaciares, y que permitirá ver a tus hijos animales como ciervos, caballos, bisontes, lobos, o linces, que no se espantarán al veros y os sorprenderá a todos. Podéis complementar la jornada con un paseo en tren por el valle, saliendo desde Tramacastilla de Tena.
Cambiando de valle en dirección al Este podréis observar uno de los paisajes más impactantes de nuestro país, es posible gracias a la Magia que rodea el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Altas cumbres de más de 3.000 metros y profundos valles, hacen que la perspectiva sobrecoja. Una imagen que recordareis toda la vida. Un paseo desde la pradera de Ordesa, hasta las gradas de Soaso, o si sois más valientes hasta la cascada de la Cola de Caballo, os harán adentraros en un paraje que durante la época de otoño veréis una variedad cromática en las laderas de las montañas, descubriendo colores que ni parecía que existían. La variedad y riqueza de la flora y fauna de Ordesa lo hacen único.
Paseos emocionantes
Otro valle más al Este, el del río Cinca, donde se encuentra uno de los mágicos de Huesca, y uno de los que gusta recorrer en familia, es el entorno al Dolmen de Tella, su recorrido de aproximadamente una hora de paseo y sin grandes desniveles entre las ermitas de Tella. Un espacio con unas vistas increíbles y donde campaban a sus anchas, hace más de 10.000 años los osos cavernarios. Tella cuenta con dos centros de visitantes y en alguno de ellos podrán contaros además de las historias de bruxas, la leyenda de Silbán, el ome granizo.
Al sur del valle no es lógico perderse un paseo por una Villa Medieval como es Ainsa. Recorrer sus calles, y visitar su castillo, e iglesia parroquial y cripta, así como subir a la torre de la iglesia hará desbordar la imaginación de los niños, si además le contamos las luchas que mantuvieron moros y cristianos entorno al año 700 en sus inmediaciones.
En el valle del rio Isábena, podéis visitar una catedral que puede parecer un ejercicio aburrido para los niños, pero si a vosotros mayores os gusta, podréis crear un interés mayor sobre los pequeños cuando les contéis que la Catedral de Roda de Isábena, es la más pequeña de España y la más antigua de Aragón. Su curiosidad se despertará, y además podréis contarles alguna anécdota más, y es que esta Catedral esconde una fenomenal cripta y claustro, y en él es posible como antaño, reponer fuerzas en el restaurante que en su claustro se ubica.
En el valle de Benasque, al norte, encontraréis, tras un agradable paseo, un precioso ibón, rodeado de montañas, con vegetación y un agua cristalina que te deja ver las truchas que en él habitan. El ibón de Escarpinosa, en el Valle de Estós, uno de los parajes más bonitos del Pirineo. Y tras la marcha senderista y paseo por las calles de Benasque, tentempié, completará una agradable jornada.
Actividades que sorprenden
Más espacios donde disfrutar son las sierras pre pirenaicas (como Guara) y el llano (como Monegros y el Somontano), componen parte de la Magia de Huesca.
El Somontano ofrece muestras de la existencia de nuestros antepasados por estas tierras. Una visita al Centro de Interpretación del Arte Ruprestre de la población de Colungo hará que además de aprender muchas cosas sobre la prehistoria, se despertará el interés sobre esta materia a los niños mediante juegos en el mismo centro. Además durante las épocas de verano y otoño se organizan visitas guiadas a alguno de los abrigos rupestres con pinturas prehistóricas de arte levantino, y esquemático.
¿y por qué no disfrutar de unos cursos en familia? ¿Cuántas veces tus hijos se han sentido orgullosos al dejarles hacer una foto con la cámara de fotos de Papá? En Huesca os brindamos la posibilidad de poder hacer un curso de fotos en familia, y donde todos, independientemente del nivel de conocimiento fotográfico que tengáis, podéis participar, además de poder disfrutar del Parque Nacional de Ordesa en otoño, de la ciudad de Jaca, o de la población de Alquezar. Puedes encontrar más información sobre estos cursos en la web www.huescalmagiaenfotos.com .
Muchas son las propuestas hechas, y más que hay. Podéis descubrirlas en la web www.huescalamagia.es para que disfrutéis en familia de la “Magia de Huesca”.
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