Situada en la comarca de La Janda en la provincia de Cádiz, Zahara de los Atunes tiene una posición privilegiada en la costa que permite que podamos conocer los pueblos cercanos como Vejer de la Frontera o Tarifa mientras disfrutamos de un clima estupendo, unos paisajes evocadores y un ambiente donde el estrés no tiene cabida.
Fotografías: Nicolás García
Parques naturales
Podemos empezar por el Parque Natural de la Breña y Marismas, situado en la localidad de Barbate, a menos de veinte minutos en coche de Zahara por lo que nos podemos acercar en cualquier momento a conocerlo. Lo que más nos gusta es que tiene una parte de bosque mediterráneo con árboles frondosos y otra parte de costa y brisa marina, así que podemos disfrutar de los dos ambientes. Además, podemos aprovechar para observar el vuelo de las aves migratorias que pasan por allí.
También podemos conducir hasta el Parque Natural del Estrecho situado entre Tarifa y Algeciras, con una localización muy especial entre dos continentes, África y Europa, y dos mares, el mar Mediterráneo y el océano Atlántico. Allí nos encontramos no solo con unos paisajes singulares sino también nos toparemos de frente con la historia al ver las ruinas de la ciudad romana de Baelo Claudia. Allí se fabricaba el famoso garum, la salsa de pescado preferida de los romanos, y se exportaba al resto del mundo. También hay cuevas con arte rupestre, bellas dunas de arena en la playa y restos de barcos hundidos.
Más situado en el interior nos encontramos el Parque Natural de los Alcornocales, también conocido como “la selva virgen de la Península Ibérica”. Lo primero que tenemos que hacer es decirle a los niños que la costa que se ve en el horizonte ¡es África!. Además, veremos buitres leonados, búhos reales, cigüeñas, halcones, nutrias, corzos, ciervos… Tiene un microclima casi tropical que ha hecho que, en efecto, el entorno parezca una selva creando un bosque-galería. Los árboles que nos rodean son milenarios y de ellos se extrae corcho cada diez años.
Senderismo: respirar aire puro y disfrutar del paisaje
Una de las cosas que más nos gustan de Zahara de los Atunes es que podemos disfrutar de esta localidad durante todo el año, ya que tiene un clima muy bueno incluso en los meses de invierno. Esto nos permite, por ejemplo, realizar rutas de senderismo sin pasar ni mucho calor ni mucho frío.
Varias de estas rutas transcurren por el Parque Natural de la Breña y marismas que hemos comentado en el apartado anterior. La mayoría de ellas tienen una dificultad muy baja, por lo tanto, son perfectas para hacerlas en compañía de niños pequeños y nos permitirán observar a las aves migratorias. Una de estas rutas sale desde la playa de la Hierbabuena, junto al puerto de Barbate, y recorre los acantilados hasta llegar a unas torres medievales del siglo XVI. Si miramos hacia la playa es muy probable que veamos a gente haciendo surf.
También tenemos la ruta que conecta la playa del Cañuelo con la playa de Bolonia. Llegaremos hasta ella subiendo al faro de Camarinal y bajando hasta Bolonia. Durante esta subida veremos toda la costa y podremos descansar en las ruinas romanas de Baelo Claudia. Otra opción es cruzar la zona que une las dos playas yendo por un camino paralelo a la orilla y que nos permitirá ver piscinas naturales que se han formado en las rocas que salpican la costa.
Por otro lado, las rutas que encontraremos en las Sierra del Retín nos llevarán hasta los increíbles dólmenes de Cayo Arado y los restos de las misteriosas tumbas turdetanas, para que los amantes de la historia y la arqueología también tengan su momento.
Rutas en bici y a caballo
¿Os gusta montar a caballo en familia o es una experiencia que aún no habéis disfrutado? Sea como sea, en Zahara de los Atunes podemos disfrutar por relajantes paseos a caballo por la playa o, si lo preferimos, por zonas con más vegetación. Para ello podemos recurrir al Centro Hípico El Jibbah donde nos lo podrán superfácil para poder hacer una excursión a caballo en familia.
Y si preferimos una actividad más dinámica y que nos permita hacer ejercicio a la vez que disfrutamos de los paisajes de Zahara de los Atunes podemos alquilar unas bicicletas en el pueblo y recorrer los senderos de los alrededores. Cualquiera de las dos opciones son formas diferentes y divertidas de conocer la zona.
La playa de Zahara de los Atunes
La playa de Zahara (también llamada Virgen del Carmen o simplemente playa del pueblo) nos recibe con una costa de ocho kilómetros de longitud y un clima tan suave que es perfecta para ir con los niños pero también para practicar deportes acuáticos como surf o kayak o incluso deleitarnos con una de las más bellas puestas de sol que hemos podido ver. Por supuesto, podemos recorrer la costa a pie o a caballo, como comentábamos un poco más arriba.
En esta playa encontramos todos los servicios que pudiéramos necesitar ya que está equipada con varios puestos de socorrismo y de protección civil, así como con varios accesos para llegar a la arena con comodidad. Para tomar algo tenemos varios chiringuitos que no alteran demasiado el paisaje por lo que configuran una zona muy agradable.
Para redondear, en especial para los que vamos con niños, desde el año 2020 fue declarada playa libre de humo por lo que no encontraremos colillas en la arena ni habrá nadie fumando en la toalla de al lado.
Por último y como un punto diferenciador de esta playa, podemos ver los restos de un barco hundido de principios del siglo XX y que se ha convertido en un símbolo. También hay búnkers de la época de la Segunda Guerra Mundial.
Aunque encontraremos una urbanización de casas bajas junto a la playa, conforme nos movamos hacia el sur cada vez son menos por lo que el paisaje será más natural y auténtico hasta llegar a la urbanización de Atlanterra.
Zahara “Solo para niños”
Y además de todas estas opciones, Zahara cuenta también con actividades que están pensadas directamente para los niños y sus familias, haciéndoles un hueco en su agenda de ocio. Muchas de ellas tienen como protagonista a la naturaleza, que se presenta como escenario perfecto para nuestras vacaciones familiares junto con el buen clima que hay todo el año.
La diversión comienza en la playa, ya que allí pueden participar en cursos para aprender a hacer surf si son atrevidos o participar en campeonatos de fútbol con otros niños en la propia playa. Para saber todas las actividades disponibles puedes ponerte en contacto con la Escuela Municipal Zahara Xtreme Camp, donde te informarán acerca de los cursos con todo detalle.
Y si tus niños aún son muy pequeños, la plaza de Zahara es muy adecuada para ellos ya que el acceso con tablas sobre la arena permite que podamos bajar con los carritos fácilmente hasta la playa. Además, apenas está masificada en comparación con otras partes de la provincia así que podemos disfrutar de tranquilidad y seguridad.
Si vais a Zahara en los meses de julio y agosto y tienes hijos de entre 6 y 12 años puedes llevarlos al campamento Zaratún. Es mucho más que un campamento tradicional ya que sus actividades están muy relacionadas con la playa, dando como resultado un proyecto distinto y muy original.
Pero no solo harán cosas en la playa sino que también se los llevarán a dar paseos a caballo y a realizar distintas tareas culturales para que tengan un poco de todo. De esta forma estarán entretenidos, se lo pasarán genial y aprenderán acerca de la naturaleza y la cultura de la zona.
En la urbanización la Tahona encontraremos un doble espacio para niños y mayores. Mientras ellos juegan en el mini campo de golf y saltan en el castillo hinchable nosotros podemos sentarnos a charlar y a tomar una copa. Ojo, solo tiene horario nocturno así que es genial para ir después de la cena o de dar un paseo.
Historia y cultura
Y también merece la pena explorar el casco histórico de Zahara de los Atunes, en especial del Palacio de las Pilas. Fue construido en el siglo XV con distintos objetivos: defenderse de los piratas, ser residencia de los duques de Medina Sidonia y ser una fábrica donde cortar, salar y preparar el atún. No hay ningún otro palacio en el mundo que tenga estas características, por lo que es muy especial.
También podremos ver el patio en el que se preparaba el atún y se subastaba, dándole mucha vida al palacio. Más adelante Felipe II decidió ampliarlo para que sirviera de defensa y poco a poco empezaron a aparecer casas a su alrededor.
Fuera del castillo, Zahara de los Atunes nos abre sus calles animadas por las que pasear, y en este paseo nos toparemos con la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, construida en el siglo XVI.