Ubicada al sur de la provincia de Córdoba, en pleno corazón de Andalucía, Lucena es una ciudad con una identidad marcada por la tradición, el patrimonio y la artesanía.

Con 42.500 habitantes y una superficie de 350 km2, Lucena se ha convertido en un importante enclave económico en los sectores del mueble y el frío industrial. Pero su mayor riqueza radica en su historia, influenciada por las culturas judía, árabe y cristiana, que han dejado huella en su arquitectura y costumbres.

Un legado cultural impresionante
Lucena, conocida en la Edad Media como la “Perla de Sefarad”, conserva un impresionante patrimonio monumental. Entre sus principales atractivos destaca la necrópolis judía, la más grande de la Península Ibérica y la primera accesible a personas con movilidad reducida en España. Además, en su casco histórico se encuentra el Castillo del Moral, donde estuvo prisionero el último rey de Granada.
El barroco cordobés se manifiesta en todo su esplendor en Lucena. Ejemplos de ello son el imponente Sagrario de San Mateo, el Palacio de los Condes de Santa Ana y las iglesias de San Martín, San Juan Bautista y el Real Santuario de la Virgen de Araceli. Otro punto de interés es la Iglesia de San Pedro Mártir, que junto a la Capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno, forma un conjunto monumental de gran belleza.

Artesanía con sello propio
Desde época romana, Lucena ha sido cuna de artesanos de renombre, cuyos talleres de alfarería, orfebrería y bronce han dado origen a piezas únicas. Su producción artesanal es reconocida internacionalmente, destacando el “velón de Lucena”, considerado un símbolo de la ciudad. La Casa de los Mora, antiguo convento dominico, alberga exposiciones permanentes como “Nuestra Escuela” y “Artesanía Velonera Lucentina”, donde se muestra el proceso de fabricación del bronce y la orfebrería religiosa.

Fervor y tradición en su Semana Santa
Lucena vive con pasión su Semana Santa, un evento que destaca por su estilo único. La tradición de “La Santería”, con sus estrictas normas de solemnidad, marca la forma en que los “santeros” portan los tronos a hombros, sin ocultar el rostro y con una devoción heredada de generación en generación. Con 17 hermandades, algunas con más de cuatro siglos de historia, la ciudad se llena de fervor y respeto durante estas fechas.
Entre sus elementos más característicos se encuentran “El Torralbo”, que anuncia el paso de algunas procesiones, y el toque de tambor, fundamental en el rito de “santear”.
A esta manifestación de fe se suman las Fiestas Aracelitanas, que se celebran en honor a la Virgen de Araceli, tienen lugar el primer domingo de mayo y están declaradas de Interés Turístico Nacional.

Un destino para descubrir
Lucena es un lugar donde el pasado y el presente conviven en perfecta armonía. Su riqueza histórica, su legado artesanal y sus profundas tradiciones religiosas la convierten en un destino imprescindible para quienes buscan conocer la esencia de Andalucía. La ciudad invita a recorrer sus calles, admirar su patrimonio y vivir sus festividades con la misma pasión que lo hacen sus habitantes.