Ir de vacaciones a tu pueblo significa libertad, tanto para padres como para hijos. Una sensación reconfortante en la que, de primeras, tienes esa sensación de estar volviendo a casa. Esa garantía de confianza, es la que tienes cuando pasas las vacaciones en un camping
Llega el momento de ponerse a pensar en las próximas vacaciones en familia. Saca papel y boli porque hay que tener muchas opiniones en cuenta, pero sobre todo, conseguir que todas esas piezas encajen, en mayor o menor medida, en un plan único.
Si echamos la vista atrás, nuestros padres no tenían ese problema: todo el mes de agosto al pueblo y todos contentos. Unos 30 días seguidos (para muchos inimaginables hoy en día) en los que, por arte de magia, niños y mayores disfrutábamos de unas vacaciones que ansiamos repetir año tras año.
Esa es la sensación de volver al pueblo. Un sentimiento que tiene más que ver con una idea de vacaciones que con una localización. Se trata de vivir un viaje sin pretensiones, en el que compartes los mejores momentos con gente que consideras tu familia, tus vecinos de toda la vida. Una experiencia que para los niños se convierte en un descubrimiento continuo, unas vacaciones en libertad.
Viajar al pueblo año tras año era una oportunidad de construir recuerdos para padres e hijos. Esa es la sensación de las vacaciones de toda la vida, un tipo de viaje que podemos recuperar cuando viajamos a los campings de la Costa Dorada. Pero no la imagen de camping que tenemos en la cabeza. Sino del camping de hoy en día. Una experiencia que realmente se acerca mucho a las vacaciones en el pueblo.
SÍ, UN CAMPING ES COMO “EL PUEBLO”
A primera vista puede parecer una analogía algo confusa… pero se trata de una experiencia en la que, primero de todo, te vas a sentir cómodo, como en casa. Los campings de Salou, Cambrils y Vila-Seca La Pineda han sabido evolucionar hacia un modelo de turismo familiar en el que se crean espacios para que los niños disfruten con otros niños, en libertad y los padres podamos descansar tranquilos.
Hablamos de recintos que pueden llegan a ocupar las 30 hectáreas (unos 1.000 campos de fútbol) en los que, además de las tradicionales parcelas para acampar con caravana o roulotte, hay bungalows con las mismas comodidades que un apartamento en la playa, piscinas, campos de fútbol, tenis o pádel. Cuentan con todo tipo de instalaciones: bares, restaurantes, espacios para cocinar ó para hacer barbacoas.
Además, algo que también encontrabas en el pueblo, siempre que tu visita coincidiera con las fiestas patronales, era una agenda repleta de eventos. Actividades organizadas para niños como torneos de futbito, concurso de disfraces ó espectáculos tematizados que se crean con la colaboración de todos los campistas se convierten en la excusa perfecta para hacer piña con niños de todas las edades y que vienen de toda España y Europa para pasar unos días de veraneo.
DISFRUTAR Y DESCUBRIR
Un viaje debe ser una oportunidad para que nuestros hijos disfruten de forma diferente. Un momento para descubrir lugares nuevos y experiencias que en casa, en el día a día, no tienen la oportunidad de vivir. Los campings de la Costa Dorada nos brindan la oportunidad de acercarnos a la naturaleza, correr por la calle en libertad o hacer un nuevo amigo cada día. La vida en el pueblo nos ha dado siempre la oportunidad de disfrutar de la infancia “como niños”, ahora que vivimos en grandes ciudades, ese modelo ha cambiado.
Pasar unos días en cualquiera de estos campings supone una oportunidad para que nuestros hijos revivan esa sensación que tan felices nos hizo a nosotros cuando éramos pequeños. Que disfruten de unas vacaciones con menos horarios y con más contacto con la naturaleza. Una escapada con menos coches y más bicis. Unos días en los que la clase de naturales se convierte en una expedición a la casa del árbol a buscar nuevas especies.
DESCANSAR Y SOCIALIZAR
El modelo vacacional de “vuelta al pueblo” que nos ofrecen los campings de Salou, Cambrils o Vila-Seca La Pineda, también está pensado para los padres. La tranquilidad de saber que tus hijos están controlados en un ambiente que les divierte nos permite relajarnos. Y cuando nos relajamos podemos encontrar un momento (o dos) para leer, pasear, tomar una caña con el vecino o, simplemente, echarnos la siesta en una hamaca. Esos ratitos de descanso, que son vitales, y que tanto echamos de menos en nuestra ajetreada vida en la ciudad.
Ahora, pensemos también en la parte social. Porque a los adultos también nos gusta hacer amigos cuando vamos de vacaciones ¿no?
Cuando vives un par de días la experiencia de unas vacaciones uno de estos campings que tienen alma mediterránea te nace una sensación de comunidad de vecinos de forma instintiva. En tan sólo unos minutos sentado en ese porche, saludas a los que viven en el bungalow de al lado con la naturalidad que tu madre saludaba a la vecina de toda la vida. Una forma de socialización que se evoluciona en barbacoas y paseos a la playa conjuntos, en la que, sin haberte dado cuenta, has creado, como tus hijos, tu propia pandilla de veraneo.
EN EL CAMPING COMO EN TU CASA
Si algo caracteriza a las vacaciones en el pueblo es la comodidad de llegar a casa y que esté todo en su sitio, todo preparado para empezar a disfrutar. Las comodidades y los lujos de la ciudad quedan a un lado cuando tienes una cocina con vistas y un porche en el que salir a tomarte el café por las mañanas respirando aire de la montaña. La vuelta al pueblo significa la vuelta a la comodidad sin complicaciones, a la cocina de toda la vida, a los espacios compartidos y la vida en familia.
Una experiencia que se vive cuando llegas a un camping en la Costa Dorada y abres las puertas de tu bungalow en el que todo está en su sitio. Sin complicaciones. Cocina completa, baño con todo lo necesario, zonas para comer en familia, para descansar tranquilo y un porchecito que te da la vida cada mañana. Sin lujos, sin complicaciones, pero con todo lo necesario para que no eches nada de menos.
Al final, lo importante de vivir unas vacaciones en familia es de construir recuerdos imborrables. Como cuando íbamos al pueblo. Un viaje que cada año era único pero que siempre mantuvo la misma esencia.
Si tú también quieres revivir la experiencia de la vuelta al pueblo, súmate a este nuevo estilo de vida y descubre las maravillas de la vida de camping en This is Campinglife.