Con más de mil años de historia a sus espaldas, Noja se presenta ante nosotros como un remanso de paz rodeado de naturaleza en la costa cántabra. Marismas, rías, playas y dunas conforman ante nuestros ojos un paisaje en el que también podemos encontrar retazos del pasado en forma de iglesias, ermitas, casonas y palacios. Además, tenemos la posibilidad de practicar deporte y hacer rutas de senderismo. ¿Qué más podemos pedir?
Una naturaleza especial
La villa de Noja se encuentra situada en un marco natural incomparable que hace que podamos encontrar varios ecosistemas distintos muy cerca unos de otros. Los bosques y los montes se alternan con las playas y los humedales haciendo que ante unos ojos aparezcan escenas únicas de sus prados y costas.
Las marismas sin duda constituyen uno de los escenarios más impresionantes de Noja. Se trata de zonas pantanosas que han sido influenciadas por las mareas. Al oeste de la playa de Ris se encuentran las Marismas de Joyel que forman parte de la Reserva Natural de las Marismas de Santoña y Noja y poseen un gran valor ornitológico. En las Marismas de la Victoria, detrás de la playa de Trengandín, encontraremos un observatorio para contemplar su paisaje “a vista de pájaro”:
Y tratándose del verano no podemos dejar de hablar de las playas de Noja. Queremos destacar dos en concreto. Una de ellas es la playa de Ris, formada por una línea de dos kilómetros de arena dorada y fina muy agradable para los niños. Aquí encontraremos además todo tipo de servicios que nos harán el día de playa mucho más cómodo: socorristas, acceso para peatones, aparcamiento, duchas, fuentes, limpieza y establecimientos cercanos para poder comer sin tener que alejarnos demasiado.
La playa de Trengandín es un inmenso arenal que en momentos de marea baja deja a la vista un paisaje de rocas kárstikas. A lo largo de sus cuatro kilómetros de costa disfrutaremos de una playa con aguas tranquilas perfectas para ir con niños pequeños. Merece la pena pasear por sus alrededores para descubrir pequeños rincones como rocas, pozas y arenales. Además, también contemplaremos una variada fauna y flora subacuática por lo que los amantes del submarinismo tendrán la opción de practicar su deporte preferido. Por último, dispondremos de los mismos servicios de calidad que la playa de Ris.
Las zonas en las que el mar penetra en la tierra a través de las desembocaduras de los ríos forman las llamadas rías y tienen la peculiaridad de estar formadas por las mismas especies vegetales y animales que se pueden encontrar en la costa. Conforme nos vamos adentrando y se pierde la salinidad del terreno, los animales y plantas también empiezan a cambiar para acomodarse. Y si nos cansamos de agua, siempre podemos ir a pasear por las dunas donde veremos flores y plantas que se adaptan a las arenas en constante cambio.
Por último, para conocer a fondo la naturaleza de Noja debemos hacer una visita al Molino de Aves, localizado en la marisma de Victoria frente al monte Mijedo. Se trata de un espacio dedicado a mostrar la naturaleza de Noja a los turistas y visitantes. No solamente se realizan visitas guiadas con este fin sino que también se organizan talleres, cursos y charlas que ayudan a dinamizar este conocimiento entre los interesados en el tema.
Allí podremos ver una exposición enfocada a todos los públicos gracias a la cual nuestros hijos aprenderán cosas como qué es un humedal, cuántas aves podemos ver en Noja y cómo es su migración entre otras cosas que seguro que les van a encantar. Además, gracias a un circuito de cámaras, a dos cajas nido y a un comedero situado en el exterior podremos observar a las aves y ver cómo se comportan.
Siglos de cultura
Además de una naturaleza tan generosa, Noja también tiene un rico patrimonio histórico que merece la pena descubrir. En la Plaza de la Villa, en el punto más alto del pueblo, se sitúa la Iglesia de San Pedro sobre un monasterio de la Edad Media. Cada 30 de agosto, las figuras de San Emeterio y San Celedonio acompañados por los danzantes, el pitero y el tamboril salen en procesión para dar la vuelta a la iglesia seguidos por los fieles mientras repican las campanas.
También merece la pena ver las distintas ermitas que salpican la zona de Noja y que son muestra de la devoción más humilde y popular. La ermita de San Juan se encuentra en el barrio de Ris y se puede ver por fuera fácilmente pero la ermita de San Pedruco, por ejemplo, está rodeada de enmarañadas higueras salvajes y habitada por una colonia de garzas resultando una imagen evocadora al fundirse la piedra con la naturaleza. La ermita de San Juan, aunque semi en ruinas, también resulta un lugar lleno de encanto para ir a visitar. Por último, la ermita del Carmen, adosada a una casona del siglo XVIII, ha sido recientemente restaurada y acoge cada año la misa de la Virgen del Carmen.
En lo que se refiere a la arquitectura civil encontramos palacios como el Palacio de los Marqueses de Albaicín, actual sede de la Casa de Cultura de Noja y con un jardín que presenta más de 45 variedades de plantas autóctonas, y el Palacio de Velasco, un edificio del siglo XVIII adosado a una torre del siglo XIV. Ambos fueron declarados Bien de Interés Cultural (BIC) en el año 1992.
También destacan sus casonas, casa solariegas que son muestra de la arquitectura de la zona y reflejan a las distintas familias importantes que han pasado por allí. Entre todas hay dos que destacan especialmente. Una es la Casona del Capitán Venero que cuenta con un jardín romántico, varios escudos de la casa Venero cuyos miembros han estado muy vinculados siempre a la villa de Noja.
La otra casona que merece la pena visitar es la Casona de la Torre, llamada así precisamente por su impresionante estructura en forma de torre que se divide en tres cuerpos: capilla, torre y vivienda. Fue construida en el siglo XVII por Juan de Cilla, quien se cree que probablemente fue el primer alcalde de Noja.
Deporte para disfrutar en familia
La villa de Noja se siente muy vinculada a la actividad deportiva y por ello da cobijo a numerosos eventos relacionados con el mundo del deporte en varias localizaciones como la playa de Ris, el Centro de Ocio Playa Dorada, la playa de Trengandín, la bolera municipal o el Campo de Golf Villa de Noja.
En Noja encontraremos instalaciones preparadas para que practiquemos el deporte que queramos en las mejores condiciones. Además de los mencionados anteriormente, los adolescentes amantes del skate y el patinaje tienen a su disposición el Triángulo de Langarilla, un parque con una U y una bañera donde demostrar sus habilidades y conocer chicos de su edad.
Y no podemos olvidar una de las mejores actividades que realizar en familia al aire libre: el senderismo. En Noja existen principalmente tres rutas que podemos hacer para pasar un día juntos caminando en plena naturaleza. La primera ruta va desde la Marisma de Joyel hasta Punta de la Mesa pasando por la playa de Ris. Es un trayecto de 5 kilómetros en el que disfrutaremos del paisaje pero también de curiosidades como la casamata de un cañón de la Guerra Civil. La segunda ruta recorre la costa de Trengandín hasta llegar al monte el Brusco atravesando playa y dunas. Por último, la tercera ruta bordea la Marisma de Victoria hasta llegar al encinar del monte Mijedo.