La amplia oferta de servicios y actividades convierte a la capital pirenaica del esquí en un lugar idóneo para familias y turistas. Esta localidad aragonesa es un enclave estratégico donde se puede disfrutar de la montaña y de la naturaleza, que de por sí ya son fuertes reclamos turísticos. Pero además, cuenta con otros alicientes como son la cultura, el arte, la historia, el ocio, el deporte y el comercio.
Jaca es la ciudad más soleada de España y además, goza de una atmósfera limpia gracias a las altas y nevadas montañas que la rodean. El invierno es una época ideal para disfrutar de estas ventajas a las que se puede sumar su importante legado cultural. Cada año, miles de turistas pasean por esta localidad única llena de atractivos de interés para todos, como ser enclave principal del Camino de Santiago.
Jaca, el mejor centro base para esquiar en el Pirineo
Jaca destaca por el papel que desempeña como la ciudad más preparada para el après ski en el centro del Pirineo, cerca de las estaciones de Astún, Candanchú, Somport, Formigal y Panticosa. A un cuarto de hora de distancia de Astún, Candanchú y Somport y un poco más de Formigal y Panticosa.
Jaca se revela como la mejor ciudad para después de esquiar con más servicios y más oferta en todos los aspectos: turístico, cultural, de servicios, gastronomía, monumental, etcétera. La primera capital de Aragón se convierte así en la primera capital del esquí y del après ski del Pirineo.
La privilegiada orientación de Astún (ubicada en un valle transversal al eje pirenáico) la protege bien de las corrientes de viento y su espléndida orografía aumentan la seguridad de nieve desde el principio de la temporada. La estación cuenta con pistas de todos los niveles de dificultad y trazados aptos para todo tipo de esquiadores que pueden disfrutar desde cualquier cima del valle de descensos a través de un paisaje de gran belleza.
En el año 2007, además, se inauguró el Palacio de Hielo de Jaca, la pista de hielo más grande de Europa, con el fin de que sirviera para celebrar eventos deportivos y culturales. Ha albergado campeonatos mundiales de hockey sobre hielo, de patinaje artístico, de curling y de otras disciplinas tanto culturales como deportivas.
Cultura e historia en todas partes
Jaca tiene más de dos mil años de historia que han dejado una gran impronta en sus calles y monumentos, no en vano fue la primera capital del Reino de Aragón. Tan solo paseando por el casco antiguo, declarado Bien de Interés Cultural, podremos encontrarnos de frente con el románico, el renacimiento y el modernismo, un viaje por distintas épocas reflejadas en sus estilos arquitectónicos.
En esta localidad podremos ver uno de los primeros templos románicos construidos en España, la catedral de San Pedro, erigida en el año 1063, y que cuenta con grandes dimensiones salpicadas por un gran número de elementos ornamentales y artísticos. Alrededor del claustro de este monumento encontramos el Museo Diocesano que alberga una de las mejores colecciones de pintura mural del siglo XI al siglo XVI que hay en España. No tenemos que dejar de admirar su gran joya situada en la sala Bagüés, la llamada Capilla Sixtina, el conjunto de pinturas más importante del románico que se conserva en España.
Por último y para disfrutar de la naturaleza sin salir de la ciudad, se han estrenado los Anillos Verdes, circuitos que rodean la villa y que se pueden recorrer tanto a pie como en bicicleta para disfrutar de la parte más verde de Jaca.
Su gastronomía
La gastronomía en Jaca está muy ligada a la cocina tradicional aragonesa, a base de productos de temporada y aderezada en muchos casos con las tendencias culinarias más novedosas e innovadoras. En los restaurantes, mayoritariamente ubicados en el Casco Antiguo de la localidad se encuentran selectos y atractivos platos que conjugan a la perfección el pasado con la modernidad.
Una de las especialidades gastronómicas más exquisita es la repostería jaquesa, considerada una tradición artesanal: jaqueses, condes, lazos, corazones, patatas de Jaca, coronitas de Santa Orosia…que pueden degustarse en cualquiera de las pastelerías de la ciudad. Eso sí, a la hora del mediodía o al atardecer, un alto en el camino para tomar un vino y una tapa en cualquiera de los numerosos bares y tascas de la ciudad que día a día y año tras año ponen todo su empeño en innovar y sorprender al consumidor con nuevos sabores, texturas y formas.
Visitas guiadas
Para descubrir a los turistas la historia de Jaca se organizan visitas guiadas que no solamente se enfocan hacia sus principales monumentos y a sus joyas del románico sino que también se están ampliado a la Jaca modernista. En total son cinco rutas las que se organizan para conocer la historia de la ciudad:
- Jaca medieval: incluye la Catedral y el Museo Diocesano más el Sarcófago de Doña Sancha y el exterior del Ayuntamiento y de la Torre del Reloj
- Jaca modernista: se trata de un paseo por el casco antiguo de Jaca con la explicación de los principales edificios modernistas como el Casino, varias casas de la calle Mayor, la casa del Marqués de la Cadena y el paseo de la Constitución, entre otros.
- Jaca Desconocida: parte del monumento a la Jacetania en el Paseo de la Cantera para continuar por el paseo de Mocorones, recorriendo así un tramo del Camino de Santiago, hacia la ermita de la Victoria para volver por el Llano de la Victoria hacia el edificio modernista del Matadero, los antiguos lavaderos y la ermita de Sarsa.
- Románico de la Solana: Con las rutas de La Solana se descubre el románico rural de Jaca que contribuye a enriquecer el carácter cultural del territorio. En ellas podremos conocer los pueblos de Asieso, Guasillo, Banaguás y Abay, donde se mostrará el arte monumental de sus iglesias y su patrimonio arquitectónico.
- Mitos y Tradiciones Populares: especialmente dedicadas a las familias, se realizarán en los pueblos de Espuéndolas, Baraguás y Orante. En ella, además de visitar sus iglesias, se dan a conocer algunas de las tradiciones ligadas a la vida en el Pirineo como, por ejemplo, la protección de las casas pirenaicas y las leyendas que se contaban alrededor del fuego. Como colofón a esta ruta, se visita ermita de San Benito de Orante.
Durante estos recorridos podemos aprovechar para descubrir la rica y variada oferta comercial de la ciudad. Los comercios de Jaca, cada uno dentro de su especialidad, ofrecen productos y servicios de una gran calidad.
Las visitas teatralizadas a la Ciudadela son una gran ocasión para conocer las entrañas históricas de Jaca de una forma amena y divertida que va a encantar a nuestros hijos. Con el evocador nombre de “La memoria de las piedras” seremos trasladados a finales del siglo XVI, al momento en el que el rey Felipe II ordenó la construcción de la Ciudadela, un ejemplo arquitectónico único.