Sin duda, Gijón es un destino ideal para disfrutar con los más pequeños de nuestras vacaciones. No solamente son bien recibidos en hoteles y restaurantes sino que además la ciudad nos ofrece innumerables formas de pasar tiempo en familia sin que nos aburramos ni un solo minuto.
Primero, vamos a abordar el aspecto que más suele preocuparnos a los padres cuando estamos planificando las vacaciones con nuestros hijos. En Gijón existe una amplia oferta de alojamientos que piensan en las necesidades de las familias con niños. Podemos encontrar tanto hoteles como apartamentos y bungalows en los que encontraremos personal dispuesto a facilitarnos las cosas para que no tengamos que preocuparnos por nada durante nuestra estancia en sus instalaciones.
Respecto a la hora de comer, hay un montón de establecimientos en la ciudad que no solamente tienen menús especiales para los pequeños sino también espacios para que puedan jugar al aire libre cuando terminan de comer. Por supuesto también ponen a nuestra disposición tronas para que tanto los padres como los niños comamos más cómodos.
Si visitamos Gijón en una época en la que hace buen tiempo, no podemos dejar de ir a cualquiera de los merenderos que hay en su zona más rural. Allí, disfrutaremos de la mejor comida tradicional asturiana y nuestros hijos tendrán mucho sitio al aire libre para jugar y pasárselo en grande. No se nos puede olvidar probar la auténtica sidra asturiana en estos ambientes.
Paseando por la ciudad
Gijón es una ciudad preciosa y por eso merece la pena pasear por sus calles y plazas en familia. Destaca en especial su antiguo barrio marinero, Cimavilla, donde todavía parece que se escuchan las voces de los pescadores y de las mujeres que trabajaban en la antigua Tabacalera. Allí se pueden seguir los pasos del gran Jovellanos en una visita muy entretenida para los más pequeños. También podemos subir hasta el cerro de Santa Catalina y desde allí, escuchar el eco del mar bajo la escultura del Elogio del Horizonte o para ver de cerca aquellos fuertes que sirvieron para defender la ciudad frente a los ataques de piratas y vikingos.
Además, Gijón destaca por poseer bellos parques que tendremos que visitar de forma casi obligatoria. Por ejemplo, en el parque Isabel la Católica, además de deleitarnos con su exuberante vegetación, nos podremos divertir viendo los distintos animales en libertad que corretean por allí: ardillas, patos, ocas, cisnes y pavos reales. En la Providencia, podemos ir a pasear por el parque del Cabo San Lorenzo para disfrutar de una tarde de sol frente al mar y de las espectaculares vistas de Gijón que tenemos desde allí.
Descubrir la naturaleza
Si hay algo bueno que tiene la situación geográfica de Gijón es que ofrece mar y montaña en pocos kilómetros. Por ello, desde el mismo centro de la ciudad comienzan un gran número de sendas muy sencillas para hacer en familia que podemos recorrer andando, en bicicleta o incluso en caballo y que nos conducirán a través de impresionantes acantilados, hermosas playas, amplias praderas y exóticos humedales.
También en plena naturaleza podemos encontrar sitios habilitados para el disfrute en familia como por ejemplo el camino forestal Monte Deva donde además de disfrutar de unas vistas preciosas, encontraremos aparcamiento, un merendero, barbacoas, agua potable y una zona con varios juegos infantiles para los niños. Desde aquí, siguiendo la pista forestal hasta el Observatorio y girando a la derecha llegaremos a una zona conocida como El Pinar donde también podremos pasarlo muy bien.
Es muy recomendable recorrer la Vía Verde La Camocha, un itinerario que sigue buena parte del trazado del ferrocarril minero y al que se accede desde Los Campones. Se puede recorrer a pie o en bicicleta y es un recorrido sencillo durante el que disfrutaremos de árboles autóctonos, de un entorno rural con arquitectura tradicional como la iglesia de Llorio y también de los antiguos pozos mineros.
¡Mar para todos!
Por supuesto, en verano no podemos dejar de visitar cualquiera de las 10 playas que existen en el concejo y en las que se pueden hacer actividades tan divertidas como castillos de arena, saltar las olas, o buscar cangrejos en el pedrero. En L’Arberyal, Poniente, San Lorenzo, La Ñora o Estaño encontraremos todos los servicios que necesitemos. Además, las dos primeras cuentan con una amplia zona de recreo y como están protegidas, sus aguas siempre están tranquilas. En caso de que viajemos con nuestra mascota, la playa de El Rinconín acepta perros incluso en temporada alta.
Pero no solamente en verano podemos disfrutar del mar en Gijón. Durante todo el año se organizan actividades náuticas para disfrutar en familia como por ejemplo vela, surf, kayak… También podemos bucear, hacer excursiones marítimas en barco, ir de pesca o conducir una moto de agua. A nuestros hijos adolescentes les van a encantar estas propuestas para subir la adrenalina.
El Acuario de Gijón es otro sitio de visita obligatoria. Allí conoceremos la flora y la fauna de todos los mares del mundo en sus 60 acuarios de agua dulce y salada. Veremos cinco mil animales entre ellos tiburones toro, nutrias, pingüinos y tortugas. Los más valientes, además, podrán dormir entre tiburones.
El actual puerto deportivo fue antaño el antiguo puerto pesquero y allí, junto a los barcos de recreo, aún podemos ver el edificio de la lonja de pescado en el que encontraremos una sala de exposiciones sobre temas de la pesca y el mar. Allí nuestros hijos verán cómo se llevaba a cabo la caza de las ballenas.
Por último y también muy relacionado con el mar, tenemos la posibilidad de disfrutar en Talasoponiente, un centro termal con agua marina en el que nosotros podemos relajar el cuerpo y la mente y además, disfrutar en familia en su zona de juegos donde los pequeños se lo pasarán en grande con los toboganes.
Museos divertidos
Gijón destaca no solamente por tener varios museos sino también porque estos ofrecen actividades y experiencias muy divertidas para nuestros hijos. En el Museo del Ferrocarril, por ejemplo, podrán montar a bordo de un auténtico barco de vapor. En el edificio de Laboral Ciudad de la Cultura subirán a una torre de princesas. En la villa romana de Veranes, un fauno nos acompañará para que descubramos el pasado romano de Gijón y el simpático ratón Panchito estará con nosotros en las termas romanas
Otro museo muy interesante es el Muséu del Pueblu d’Asturies. Allí, dentro del contexto de la recuperación y difusión de la memoria del pueblo asturiano, los niños podrán jugar a deportes tradicionales asturianos. No tenemos que dejar pasar la oportunidad de visitar el Jardín Botánico Atlántico de Gijón donde se organizan actividades para niños y familias durante todo el año. Allí destacamos el Bosque de los Niños, un espacio creado especialmente para los más pequeños donde pueden explorar y descubrir el bosque en un entorno con paneles adaptados a su tamaño y capacidades con un lenguaje muy sencillo e imágenes y recursos que podrán entender muy bien.
La hora de comer… y de la sidra
La gastronomía de Gijón también gusta mucho a los niños. Los cachopos, los calamares frescos o los fritos de rape o merluza son bocados muy sabrosos que les encantará probar especialmente después de un día de aventuras. El pescado y el marisco sin duda son los platos estrellas en una ciudad con tanta tradición costera como Gijón así que no podemos irnos sin probar el bonito, las sardinas o el pulpo.
Los dulces también son un punto fuerte en la gastronomía de Gijón, donde la tarta gijonesa es sin duda la triunfadora. Os recomendamos adquirir los bonos Gijón Goloso que se pueden adquirir en el Punto de Información Turística. Con ellos, podréis recorrer las pastelerías, bombonerías y heladerías más famosas de la ciudad para degustar algunas de sus especialidades.
Y por supuesto, hablar de Gijón es hablar de la sidra. Podemos aprender el proceso de elaboración de la sidra y también participar en La Mayanza, el momento en el que se recogen las manzanas. Los llagares de Gijón abren encantados sus puertas a las visitas, incluso a quienes acudimos con niños pequeños, para dar a conocer una de las tradiciones con más profundo arraigo en Asturias: la sidra. Además, los niños podrán probar sidra del «duernu» que es dulce y sin alcohol y podrán acompañarla de castañas si vamos en temporada.
Y aún hay más…
Por si todo esto pudiera parecer poco, durante todo el año tenemos varias citas indispensables que no debemos perdernos en Gijón. Una de ellas es la espectacular llegada de sus Majestades los Reyes Magos de Oriente al Puerto Deportivo. También son muy recomendables las celebraciones de los solsticios y los equinoccios en el Jardín Botánico Atlántico así como la Feria Europea de Teatro para Niños y Niñas (FETEN).
Otro evento muy divertido para los niños es Mercaplana, el Salón de Navidad para la Infancia y la Juventud dedicado a ofrecer ocio y diversión a los niños durante las vacaciones de Navidad. Durante el Festival del Arcu Atlánticu celebrado en verano también se programan distintas actividades infantiles y por último, en la Semana Negra de Gijón, los niños también encuentran su lugar en diversas actividades planeadas para ellos.
Sin duda, Gijón es una ciudad que abre los brazos a las familias con hijos y desde luego, como hemos podido comprobar, se esfuerzan al máximo para que nos sintamos cómodos y tengamos ganas de volver otra vez. Es una ciudad tranquila, donde no hay prisas, y que merece la pena descubrir junto a nuestros hijos en nuestra próxima escapada.