A tan solo hora y media de Madrid, escondido entre los verdes paisajes de La Alcarria, se encuentra Trillo, un pequeño municipio de Guadalajara que combina naturaleza, historia, aventura y tranquilidad en una fórmula perfecta para una escapada familiar.
Con el río Tajo como eje vertebrador, Trillo se ha consolidado como un destino ideal para quienes buscan desconectar del ritmo urbano y sumergirse en un entorno que invita al disfrute activo y a la contemplación serena.
Actividades en el agua

Lo primero que sorprende al llegar es el protagonismo del agua. El Tajo no solo embellece el paisaje, sino que también proporciona un sinfín de posibilidades para el turismo activo: piragüismo, pesca, rutas fluviales y espacios acondicionados para disfrutar de un baño refrescante en temporada estival.
A ambos lados del río se extienden senderos y caminos que atraviesan bosques y praderas, ideales para caminatas en familia, paseos en bicicleta o incluso rutas a caballo.
Montañas gemelas
Uno de los lugares más emblemáticos es la ruta hacia las Tetas de Viana, dos montañas gemelas que se elevan sobre el paisaje y ofrecen vistas espectaculares.
El recorrido hasta sus cimas es exigente, pero accesible para mayores y niños con algo de experiencia. La recompensa es doble: ejercicio físico y una panorámica inolvidable de la comarca alcarreña.
Vestigios históricos

Pero Trillo no se queda en lo natural. Su casco urbano conserva vestigios históricos que merecen ser descubiertos con calma. Calles empedradas, antiguos puentes de piedra y edificios cargados de historia forman parte del encanto del pueblo.
En un paseo tranquilo pueden encontrarse pequeñas joyas arquitectónicas, como la iglesia parroquial, fuentes centenarias o restos de antiguas construcciones medievales.

Aventura y tirolinas
La oferta turística se complementa con enclaves pensados para el ocio en familia. En El Colvillo, una zona recreativa situada en plena naturaleza, se pueden practicar actividades de aventura como el tiro con arco, escalada en rocódromo, parque de cuerdas y tirolinas. Todo ello en un entorno seguro y controlado, ideal para que los más pequeños disfruten sin preocupaciones.
Para relajarnos
Otro punto de interés es el Balneario de Trillo, que combina tradición y modernidad en un espacio dedicado al bienestar. Podremos relajarnos en sus aguas termales, hamacas de burbujas, jacuzzi, chorros de agua, cuellos de cisne e hidromasaje, entre otros sistemas. Es la parada perfecta para equilibrar la adrenalina de la aventura con un momento de desconexión total.

Rutas BTT
Para los amantes del ciclismo, Trillo forma parte de la red ZonaZentro, que con más de 300 km de rutas BTT, promueve rutas señalizadas para todos los niveles, desde principiantes hasta ciclistas expertos. Las sendas están diseñadas para disfrutar del entorno natural de forma sostenible, y muchas de ellas se pueden recorrer con niños, convirtiéndose en una opción excelente para compartir deporte en familia.

Comer bien
Y como en todo buen viaje, la gastronomía también tiene su lugar destacado. En los restaurantes y bares del pueblo se sirven platos tradicionales elaborados con productos locales: la sopa de ajo, las migas, las gachas, las judías al arrope, los tradicionales asados de cordero y cabrito, la caza menor, la trucha y las setas, todo acompañado de la hospitalidad de sus habitantes, que reciben al visitante con la calidez propia de los pueblos pequeños.
Trillo, en definitiva, es mucho más que un punto en el mapa. Es un destino versátil, capaz de combinar descanso y emoción, naturaleza y cultura, ocio y aprendizaje. Un lugar donde cada miembro de la familia puede encontrar su espacio, su ritmo y su aventura. Ya sea para un fin de semana largo o unas vaca–ciones completas, este rincón de Guadalajara tiene todo lo necesario para convertirse en un recuerdo compartido y, probablemente, en un sitio al que se querrá volver.