Cualquier juguete se volverá insignificante cuando tu hijo o tu hija compare su pie con la huella de un dinosaurio. O cuando levante la cabeza todo lo que su cuello le permita ante la majestuosa visión del esqueleto del tyrannosaurus rex que corona el Museo del Jurásico de Asturias (MUJA), mirándote desde sus formidables huesos articulados, que casi parecen a punto de volver a la vida.
Los dinosaurios, esos animales legendarios que nos provocan más fascinación que nuestros propios ancestros prehistóricos, componen en Asturias, no una ruta ni un fin de semana entretenido, sino una aventura en familia que combina diversión, naturaleza, educación y un alboroto infantil a cada paso, a cada descubrimiento en plena naturaleza. Es la Costa de los Dinosaurios, y solo con pronunciar su nombre tendrás a tus hijos e hijas emocionados.

Las huellas de los dinosaurios
La Costa de los Dinosaurios alberga tesoros de 150 millones de años a lo largo de un recorrido que se extiende entre Gijón/Xixón y Ribadesella/Ribeseya. Te permite iniciar a los chavales en el amor por los paseos al aire libre, ya que a ese disfrute, le añades un propósito al que no se podrán resistir: localizar la la abundancia de huellas y restos óseos de dinosaurios y otros reptiles jurásicos a lo largo de este hermoso tramo de litoral. Hay nueve yacimientos de icnitas, como se denominan las huellas de dinosaurios, localizados en los concejos en Villaviciosa, Colunga y Ribadesella/Ribeseya, entre enclaves despampanantes como la Playa de Merón, los acantilados de Oles, o el faro y el puerto de Tazones.

Caminando, le puedes contar a tus jóvenes acompañantes que esos particulares fósiles sobreviven porque, cuando aquellos descomunales vertebrados se desplazaban sobre los fangos o arenas, dejaban impresas sus descomunales pisadas. Y que muchas han permanecido en este litoral porque los acantilados de la costa oriental asturiana ofrecía un clima árido, idóneo para su supervivencia, que también ayudó a fosilizar aquellas pisadas. Cuando miren el espectacular entorno de localidades como Vega, Tereñes, Llastres o de la playa de La Griega, en Colunga, lo entenderán perfectamente. Allí verán icnitas pequeñas, de algunas aves, y otras enormes, caso de los braquiosáuridos.

Una escuela interactiva
Toda esa información, así como una de las mejores colecciones de huellas de dinosaurios del mundo, está reunida en el MUJA, en Colunga, destino final para ese paseo único. Este museo es un auténtico parque de atracciones para jóvenes y adultos, pues está concebido como una escuela interactiva en la que disfrutar aprendiendo, subiendo y bajando rampas, recorriendo la historia de esta paleontología fascinante de una manera didáctica y entretenida. La propia forma arquitectónica del edificio ya sorprende al llegar: es una gran huella en medio de la montaña.

El Museo del Jurásico de Asturias plantea además un recorrido especialmente interesante: explica la aparición y extinción de los dinosaurios dentro de la propia historia de la humanidad. Es decir, que nos enlaza con estos animales de los que aún desconocemos tanto de una manera sencilla y didáctica, lo cual afianza la relación inefable que muchos niños y niñas sienten por ellos, solo que añadiendo el conocimiento científico básico. Este propósito se completa con abundantes actividades organizadas, con talleres y juegos, para públicos desde los 4 años, que enseñan cómo realizar excavaciones arqueológicas o analizar yacimientos jugando. Usar las manos, mancharse y, a la vez, comportarse como un pequeño científico.

Porque la Costa de los Dinosaurios podría llamarse también la costa de los jóvenes paleontólogos. Si no fuera porque, al acabar de recorrerla y disfrutarla, también los adultos regresan con una sonrisa de oreja a oreja. O de huella a huella, porque cala hondo.