Un nuevo concepto de kayak
Los veinte metros de desnivel que hay desde la casa familiar en L’Ametlla de Mar hasta la pequeña playa son el origen del Cubykayak, un kayak ultraligero, fácil de transportar y guardar. Con muchos accesorios.
El Cubykayak representa una auténtica revolución y evolución en el campo de los kayaks sit-on-top de recreo. Plegable en un cubo de 140 x 59 x 36 cm, y 15 kg., cabe en el maletero de un coche de tamaño medio y puede ser llevado en un avión, tren o metro y que se lleva en una mochila.
Está formado por cuatro módulos (proa, popa, cockpit y asiento/respaldo) y se monta/desmonta en menos de un minuto.
Amante del piragüismo, su inventor, Jacint Subirats, debía sortear el abrupto camino con kayaks rígidos pesados o ineficientes kayaks hinchables hasta poder alcanzar el agua.
Hacía años que tenía pensado crear un invento y fabricar un buen kayak que, sobre todo, fuese rígido, desmontable y que pesase poco para poder llevarlo cargado a la espalda.
Tenía la idea. La primera maqueta en miniatura la hizo con un trozo de porexpan y un cúter. Después de pruebas y más pruebas a escala, construyó el primer prototipo a tamaño real. Acabó patentándolo y creando empresa para comercializarlo.
Si hasta ahora tenías que elegir entre un kayak monoplaza y un tándem, con el Cubykayak no tendrás este problema nunca más. Elige la combinación que necesites. Dependiendo de las secciones que añadas, tendrás un kayak doble, triple, o con más navegantes.
Además, incorpora un motor eléctrico de 200 watts con dos horas de autonomía, escamoteable, sumergible y con varias medidas de seguridad. Si tienes el viento en contra al volver, si te has hecho daño o perdido un remo o si, simplemente quieres ir más lejos, esta opción es una delicia.
La pieza Connect: Una innovadora forma de navegar
La pieza Connect, que se usa para convertirlo en tándem, triple o más plazas, funciona a modo de “bisagra”, de forma que cada kayak soporta su propio peso y surfea las olas independientemente de las demás secciones. Además de asegurar la resistencia estructural, con esta bisagra se ha conseguido una forma de navegar.
Construcción: Gracias a la forma cónica de sus encajes, nunca habrá holgura o movimiento entre piezas. El peso del navegante no permite su desencaje.
Sus materiales, nunca usados en la fabricación de kayaks, ofrecen una experiencia de calidad inédita.
Seguridad: El cubykayak nunca se hunde. Su relleno de poliuretano de poro cerrado hace imposible que un corte o agujero permita la entrada de agua. Si sorprendentemente alguna situación llevase a su rotura, cada una de las piezas no dejaría de flotar jamás.
Con una gran capacidad para transportar por su reducido volumen, permite llevarlo cerrando alguno de los asientos posteriores de un coche medio, o en la vaca.
Asimismo, el “garaje” de una auto-caravana puede albergar con toda facilidad un cubykayak monoplaza o doble permitiendo explorar las aguas de infinidad de sitios tanto de mar como de ríos o lagos de montaña.