No es necesario ser un intrépido explorador para adentrarse en África, también podemos disfrutar de las maravillas de este continente en familia. En este reportaje nos abriremos camino en dos de los destinos más fascinantes: Marruecos y Egipto, y lo haremos de la mano de Uniite Travel, la agencia de cuida el máximo en cada uno de sus viajes.
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África ejerce una atracción evidente para todos los viajeros, y recorrer sus paisajes es un sueño para la mayoría. Si viajamos con hijos, sin embargo, tendemos a la precaución y buscamos los destinos más seguros que, sin perder la magia del continente, nos evite sorpresas desagradables.
Uniite Travel se encarga de que nuestro viaje se convierta en una delicia, plagada de aventuras para toda la familia. Para ello, nos recomiendan tres puntos antes de hacer cualquier reserva: optar por países seguros, buscar actividades adaptadas a la edad de los niños y viajar en grupo con otras familias, para que nuestros hijos traben amistad y los adultos podamos relajarnos más.
Entre los destinos, podremos encontrar viajes especialmente diseñados para el disfrute de nuestros hijos, con contenidos dirigidos a los más pequeños, parques temáticos, museos infantiles y otras muchas actividades.
O bien, porque también nos lo merecemos, de vez en cuando programas en los que nuestros hijos harán nuevos amigos y actividades pensadas para ellos, mientras nosotros podemos disfrutar de un tour o una gran cena solo para adultos.
El sistema de Uniite Travel se centra en encontrar familias similares a la nuestra, con niños de la misma edad o adolescentes que compartan nuestra manera de viajar. Las actividades también están diseñadas teniendo en cuenta la edad de nuestros hijos y se aseguran de que los alojamientos permitan disfrutar a grandes y pequeños. Ah, y están especializados en familias monoparentales.
Puedes unirte a la comunidad de viajeros para comenzar a diseñar tu viaje y otras muchas ventajas en www.uniitetravel.com/family/registro.
Como comentábamos en la introducción, Egipto y Marruecos son los destinos recomendados por la agencia, y ellos se encargarán de todo para nosotros solo nos preocupemos por disfrutar al máximo.
Egipto
Las pirámides egipcias son un icono del mundo clásico, pero os aseguramos que impresiona contemplarlas en persona mucho más que verlas en fotos o películas. Egipto no es un país que pueda verse en una única visita. Por eso lo recomendable es visitar los lugares más significativos para nuestro viaje en familia:
El complejo funerario Abu Simbel, formado por dos inmensos templos, y que es uno de los más populares del país. Su capital, El Cairo, una ciudad bulliciosa y caótica que podremos descubrir juntos. Kom Ombo y su templo, dedicado a los dioses Sobek, dios de la fertilidad y Haroeris dios del cielo, de la guerra y de la caza. El Templo de Luxor y Karnak, dos de los más espectaculares del país.
¿Y qué actividades en familia podemos hacer en Egipto? Un crucero por el Nilo será toda una aventura en familia, donde nuestros hijos podrán jugar a ser antiguos conquistadores en busca de nuevas tierras. El complejo funerario Abu Simbel cuenta con un espectáculo de luces que podemos disfrutar al atardecer. Y no podemos perdernos los zocos del Cairo, mercadillos callejeros donde se dan cita todo tipo de comerciantes.
Marruecos
A pesar de ser nuestros vecinos, Marruecos no es todavía tan conocida como se merece, y vivir su exotismo seguro que nos generará unos recuerdos inolvidables.
No podemos dejar de visitar Marrakech, la ciudad más popular del país, aunque no sea su capital. La plaza Jemma el Fna, declarada Patrimonio Cultural Universal por la UNESCO, es uno de sus puntos neurálgicos. Nuestros hijos alucinarán con los acróbatas, cuenta-cuentos, vendedores y agua, bailarines y músicos. En la población de Ouarzazate, encontraremos una de las fortalezas bereberes mejor conservadas del país, el Kasbah Taourirt. Rissani, que se ubica en pleno desierto, albergaba a antigua Sijilmassa, una de las primeras ciudades del Marruecos islámico. Y como no hay desierto sin oasis, el valle del Draa nos transporta precisamente a la frescura y exuberancia del verde en contraste con el ocre.
No hay duda: Marruecos nos abre la puerta a un sinfín de aventuras, y si viajamos en familia la calidad de las experiencias se multiplican. ¿Qué os parecería pasar una noche en el desierto? Podríamos hospedarnos en un auténtico campamento bereber todos juntos, disfrutar de una higuera y de una cena marroquí bajo las estrellas. Qué mejor ocasión para contar historias a la luz del fuego.
¿Y qué tal un paseo por las dunas? El desierto es el escenario perfecto para recorrerlo a lomos de un dromedario, y si lo preferimos también podemos hacerlo desde la cabina de un coche 4×4.